miércoles, 27 de septiembre de 2017

POR QUÉ SOY LIBERAL

Buenos días, buenas tardes, buenas noches amantes de la literatura.

Hoy día la economía lo impregna todo. Cada día somos bombardeados en informativos y tertulias con cientos de cifras, estadísticas y datos que rara vez comprendemos. Los políticos y los poderosos se aprovechan de esa ignorancia para manipularnos. Por eso quiero hablar hoy de un ensayo tan necesario como recomendable: Por qué soy liberal, de Diego Sánchez de la Cruz


Título: Por qué soy liberal 
(O por qué el liberalismo es la mejor forma de garantizar el progreso de todos los ciudadanos)
Autor: Diego Sánchez de la Cruz
Páginas: 368
Editorial: Deusto

El liberalismo tiene muy mala prensa en España, a pesar del poder de sus argumentos: respetar a los demás y sus elecciones en la misma manera que esperas que te respeten a ti y no meter la mano en el bolsillo ajeno, ya sea personalmente o a través de un Estado redistribuidor.

Sin embargo, pudiera parecer que ser liberal consiste en ser materialista, egoísta y amoral en grado sumo, robar si se puede y ser indiferente al sufrimiento ajeno. Nada más lejos de la realidad. Y este libro se dedica a demostrar cómo las políticas económicas liberales, al contrario que el intervencionismo estatal, mejoran el bienestar de la sociedad, al permitir que se creen más empresas, haya más riqueza y empleo, y, en suma, que todos, empezando por los más pobres, tengamos más dinero en nuestros bolsillos

Se divide en tres partes. En la primera se analiza la situación tanto del mundo en general como de España en concreto. Demuestra que, a pesar de todos los males que aún seguimos sufriendo, no sólo es que haya lugar para el optimismo, sino que objetivamente estamos mejor que nunca: el hambre y la pobreza no han dejado de disminuir.

La segunda analiza las principales tentaciones antiliberales que sufrimos: el populismo (si lo decide una mayoría automáticamente es bueno y legítimo, aunque sea matar y robar), el declinismo (la falsa idea de que todo va mal), el igualitarismo (empobrecer a todos con tal de que no haya ricos), el pobrismo (una población convertida en un rebaño tembloroso por completo dependiente de la asistencia estatal) y el anticapitalismo (la idea de que crear riqueza es malo y los ricos sólo pueden serlo si roban).

Finalmente, la tercera parte, la más larga, habla de soluciones reales a los problemas que sufrimos actualmente en España, tanto en el sector estatal como en el privado: burocracia, corrupción, demasiado papeleo, regulación contraproducente, dependencia de administradores todopoderosos, aplastamiento de la iniciativa individual, impuestos gravosos, exceso de deuda, ineficiencia rampante, sanidad en crisis, malos resultados en la educación, etc.

Como punto flaco del libro es que tanto dato no se analiza en profundidad, prefiriendo acumularlos en vez de analizarlos adecuadamente, e indicar las controversias y posibles alternativas a la hora de interpretarlos. El dato por sí sólo no es prueba de nada, ha de ser comprendido y explicado dentro de su marco espacio-temporal mediante unos conceptos previos.

NIVEL LECTOR

A pesar de la enjundia de los temas que trata, y los problemas que señalamos, es una obra fresca y amena, muy didáctica, que se lee con ligereza. El vocabulario es sencillo y contiene numerosas gráficas y tablas. Muy recomendable para el público en general, tanto si se simpatiza con el liberalismo como si no, en la medida en que conviene tener una idea documentada sobre qué defiende realmente, en vez de fantasear sobre su maldad, y conocer datos que desafían unos mitos que no son más ciertos por mucho repetirlos.

CONTRAPORTADA

Un manifiesto sin complejos a favor de la economía de mercado.

Defender hoy en día las ideas liberales tiene mucho mérito estando como estamos, aleccionados sobre los males que una excesiva libertad implica, infectados por el virus del populismo en el seno de la izquierda europea y acomplejados por ideas proteccionistas y antiliberales en la derecha. Y si este alegato viene además de un representante de las nuevas generaciones de jóvenes liberales, la valía e interés que ha de suscitar es todavía mayor.

Por qué soy liberal se articula en tres grandes bloques. En el primero de ellos, Sánchez de la Cruz analiza el progreso que han conllevado las ideas liberales allí donde se han aplicado y aporta datos que refutan muchas de las críticas al capitalismo. En el segundo, aborda las grandes amenazas de nuestros días, el populismo, el declinismo, el igualitarismo, el probismo y el anticapitalismo, al tiempo que denuncia las trampas argumentales de los enemigos de la libertad. Para finalizar, plantea los grandes retos a los que se enfrentan tanto el sector público como el privado.

Un libro valiente y necesario, escrito por una de las voces más prometedoras del periodismo económico español, que demuestra pasión por la libertad y por un sistema que se erige en la mejor opción que tenemos para obtener mejoras sociales y económicas en nuestro país.

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